Utkatah Konasana La Diosa
«La diosa»
160*100 (díptico)
990€
En el lienzo de la expresión artística, emerge una obra cautivadora que fusiona la suavidad de la feminidad con la intensidad de la bestialidad. En el centro de la composición, la figura de una diosa se alza, envuelta en colores suaves que contrastan con la fuerza y el dinamismo de su presencia.
La diosa se presenta como un árbol, su cuerpo adoptando la forma de un tronco robusto y majestuoso, pero teñido de un vibrante color rojo, que simboliza la fuerza y la pasión desenfrenada. Sus ramas se extienden con elegancia, como tentáculos que buscan alcanzar el cielo, mientras que sus raíces se hunden profundamente en la tierra, arraigando su poder en lo más profundo del ser.
Desde el interior de la diosa, emana un sangrado rojo, una expresión de la esencia misma de su feminidad. Este flujo de color refleja la conexión con lo femenino y lo sagrado, recordando la fertilidad y la creatividad que yacen en el centro de la vida misma. A medida que el rojo se derrama, se entrelaza con el azul del árbol, creando una sinfonía de colores que danzan en el lienzo.
La cabeza de la diosa, por otro lado, se presenta como un erizo apunto de explotar, con púas que brillan con una intensidad casi eléctrica. Este aspecto de la obra representa la naturaleza salvaje y primitiva de la diosa, su conexión con los instintos más profundos y primigenios de la existencia. Aunque su apariencia pueda ser amenazadora, también transmite un mensaje de poder y determinación, una invitación a abrazar nuestra propia naturaleza animal y liberar nuestra fuerza interior.
En conjunto, esta obra es una explosión de energía y significado, una celebración de la dualidad inherente en la feminidad y una invitación a explorar la profundidad de nuestra propia naturaleza salvaje. Es un recordatorio de que dentro de cada uno de nosotros yace una fuerza primordial, lista para ser liberada y expresada en todo su esplendor.
Mezcla de la feminidad y sus bestialidades
The mix of femininity and its bestialities.
la féminité et ses bestialités